El método de mi abuelo de 92 años para averiguar lo inteligente que es alguien
Aprende de la sabiduría de principios del siglo XX
Mi abuelo nació en 1923 el mismo mes que Lola Flores y murió hace unos años.
Sobrevivió al hambre, a la Guerra Civil española, a la Segunda Guerra Mundial y a décadas de dictadura.
Su secreto era anticiparse a los acontecimientos.
Mi abuelo supo invertir en Amazon cuando salió a bolsa en 1997.
Mi abuelo supo anticiparse a la crisis económica de 2008 y vender a tiempo sus activos inmobiliarios.
Mi abuelo era conocido en su pueblo como "ojo de perdiz" porque era observador.
Sabía que el secreto de la vida era observar y saber por quién había que apostar y de quién alejarse.
En palabras de mi abuelo: "Quien se acerca a un buen árbol, buena sombra le cobija. Pero para eso, hay que saber diferenciar entre el sabio (árbol bueno) y el necio (árbol malo) porque el ignorante sólo trae ruina".
Y para ello, disponía de un método para catalogar a las personas.
El método consistía en una serie de signos que indicaban la inteligencia social de una persona. Cuantos más de estos signos viera mi abuelo en alguien, más inteligente era.
Estos son sus famosos signos.
Las personas inteligentes no sólo utilizan la empatía.
Mi abuelo solía decir que la gente asumía cómo se comportaría alguien utilizando la empatía. Y eso era un gran error.
Por ejemplo, uno de mis tíos invitó a una pareja a cenar a un restaurante elegante como regalo de bodas. Mi abuelo le dijo a su hijo que habría sido mejor darle el dinero de la lujosa cena el día de la boda en un sobre a su amigo y su mujer.
Mi tío (su hijo) le dijo que la pareja que se casaba no necesitaba dinero y que eran ricos.
Pues bien, todo el mundo les dio dinero en un sobre el día de la boda menos mi tío 😉 .
Lección: Las personas inteligentes no dan por sentado que los demás se comportarán como ellos lo harían en x o g situaciones. En lugar de eso, esperan a ver cómo se comportan los demás y actúan en consecuencia.
La gente inteligente asume riesgos.
Según mi abuelo, lo peor que se puede hacer con el dinero es guardarlo debajo del colchón porque se deprecia con el tiempo.
Mi abuelo reinvertía el 80% de lo que ganaba y diversificaba para cubrir posibles pérdidas. Eso le permitió jubilarse y vivir tranquilo.
Solía decir que la gente inteligente invertía y asumía riesgos. Y la gente ignorante no.
El tiempo le dio la razón.
El dinero que tienes debajo del colchón te lo pueden robar, la moneda puede caer, puede acabar la democracia en tu país y el gobierno puede confiscarte el dinero en efectivo y las joyas (lo que le ocurrió al 90% de las familias de los amigos de mi abuelo en la guerra Civil).
Y además, como él decía: "Invertir en uno mismo es siempre garantía de inteligencia. Los que invierten son los que creen en el futuro. Y esos son con los que hay que juntarse".
Lección: no necesitas invertir en bolsa, pero si no inviertes en ti mismo, en mejorar tus habilidades y conocimientos, según mi abuelo, aún te queda mucho por aprender.
Las personas inteligentes recuerdan el pasado.
Mi abuelo solía decir que las personas inteligentes aprenden del pasado para no repetir los mismos errores en el futuro.
También decía: "si te fallan una vez, puede ser mala suerte; si te fallan dos veces, es un patrón. Por eso no debemos olvidar el pasado".
Ejemplo: mi padre solía ser infiel a mi madre y volvía a ella arrepentido cuando necesitaba algo (un patrón).
Con el tiempo, mis padres se divorciaron y mi abuelo le dijo a mi madre: "no bajes la guardia; tu ex volverá cuando sea viejo y esté enfermo para que cuides de él".
Mi madre no se lo creía porque mi padre había decidido marcharse de nuestras vidas, y ella pensaba que sería consecuente con las consecuencias.
¿Quién se puso en contacto con nosotros desde un hospital durante la pandemia?
Efectivamente, mi padre.
Mi abuelo tenía razón.
¿Sabía leer el futuro? No. Pero sabía que la historia se repite.
Lección: si no aprendes de tus viejos errores, no eres tan inteligente como crees.
Para llevar
Para mi abuelo, cuantos más de los puntos anteriores tuvieras, más inteligente eras.
Así de radical era, y lo era, porque, como él decía: "Una persona ignorante es más peligrosa que una persona malvada. Porque el malvado nunca mataría a la vaca que le da de comer, el ignorante sí".
Por eso uno de sus dichos favoritos era: "Dime con quién andas y te diré quién eres".
Espero que este artículo y las señales de mi abuelo te ayuden a saber quién es quién en el baile de máscaras de la vida.
¡Enhorabuena! Lo has leído hasta el final. Y para que sigas leyendo, y desencriptando mis secretos, pincha aquí Libro
Un abrazo virtual
Malafama1981
Es que el nieto ese ancestro se lo llevo en la subida a la gloria del Abuelo+, que más pueno decir de mi amigo Alberto, la palabra es AD MIRABLE, querido y sus escrituras me arreglan mi vida
La vida te premió con la guía y compañía de un abuelo sabio, que bonito.
Saludos!