¡Bienvenidos al Capítulo 8 de Curso de Estoicismo Práctico: Vivir con Serenidad en un Mundo Imperfecto!
Hasta ahora, hemos aprendido a aceptar la realidad para transformarla (Capítulo 1), a reprogramar nuestras creencias para moldear la vida que deseamos (Capítulo 2), a fortalecer nuestro amor propio para levantarnos más rápido (Capítulo 3), a abrazar el amor fati como la regla de oro para vivir con serenidad (Capítulo 4), a dominar el arte del enfoque para alinear nuestra vida con un propósito claro (Capítulo 5), a transformar obstáculos en oportunidades mediante la resiliencia y la autotransformación (Capítulo 6), y a soltar el peso del rencor, los apegos y la culpa para encontrar libertad interior (Capítulo 7). Hoy, en este nuevo capítulo, daremos un paso práctico hacia la revitalización personal: aprenderemos a recargar nuestra energía a través del orden, la disciplina y la armonía, usando principios estoicos que transformarán nuestro entorno y nuestra mente. Como dijo Séneca, "Donde hay simplicidad, hay armonía", y al aplicar esta sabiduría, recuperaremos la vitalidad que el caos nos roba, para vivir con serenidad y propósito.
Comencemos.
Después de más de una década de malas decisiones y abusando de múltiples sustancias, mi energía estaba por los suelos.
Apenas podía levantarme de la cama.
Hablar conmigo era como escuchar una radio con las pilas agotadas.
Era un muerto viviente.
Estaba hecho polvo y decidí buscar respuestas en el estoicismo.
Entre líneas, descubrí cómo aumentar mi energía personal.
Gracias a estos trucos, que he perfeccionado con los años, multipliqué mi energía por diez —y no exagero—. Espero que a ti también te sirvan.
Ordena el caos
"Donde hay simplicidad, hay armonía." —Séneca.
Una mente desordenada solo puede generar una vida caótica; eso es evidente.
Lo que no lo es tanto es que, a menudo, ese desorden en tu vida es una forma de autosabotaje.
Ver todo desorganizado a tu alrededor te agota; te dices "ya lo limpiaré mañana", pero ese mañana nunca llega.
El desorden drena tu energía porque te impide activarte: te quedas atrapado en la autocompasión, tirado en el sofá o en la cama, donde sea que pases el rato (en mi caso, era la cama).
Yo lo descubrí gracias al libro de Jordan Peterson 12 reglas para vivir (2018), donde en su regla número 6 dice: "Pon tu casa en perfecto orden antes de criticar el mundo".
Esto me impactó, porque precisamente era lo que yo hacía tirado en la cama: criticarlo todo, mientras la mugre y el desorden se acumulaban en mi vida.
Luego reforcé este pensamiento estoico con el discurso que dio el almirante William H. McRaven en 2014 en la Universidad de Texas, en el que dijo algo que jamás olvidaré:
"Si haces tu cama todas las mañanas, habrás completado la primera tarea del día. Te dará una pequeña sensación de orgullo y te animará a hacer otra tarea, y otra, y otra. Al final del día, esa primera tarea completada se habrá convertido en muchas tareas completadas. Hacer tu cama reforzará el hecho de que las cosas pequeñas de la vida importan. Si no puedes hacer las pequeñas cosas bien, nunca serás capaz de hacer las grandes cosas bien. Y si por casualidad tienes un día miserable, volverás a una casa con la cama hecha. Y una cama bien hecha te dará aliento para creer que mañana será un mejor día. Así que, si quieres cambiar el mundo, empieza por hacer tu cama".
Piénsalo, porque esto a mí me ha cambiado la vida. No bromeo. Y es que ya lo decía Marco Aurelio: "Haz lo que está frente a ti con precisión y cuidado, y deja el resto al destino."
Tip 1: Si te falta energía, empieza por mantener limpio y ordenado tu entorno físico y digital. Un escritorio desordenado en el ordenador también te frena a la hora de hacer tus tareas. Verás cómo tu energía crece al poner orden.
2. Usa cada espacio para su propósito
"Todo lo que existe tiene un propósito; incluso lo que parece inútil tiene su lugar." —Marco Aurelio.
Esto que te voy a contar lo aprendí de Marty Lobdell, en su charla Study Less, Study Smart del Pierce College.
Marty es un profesor de Psicología que ayudó con sus técnicas a miles de estudiantes a tener éxito. Lo incluyo aquí porque uno de sus métodos, usar cada cosa para lo que está diseñada, te hace generar y ahorrar energía.
Y es tan sencillo como lo siguiente…
No uses la cama para ver televisión, estar con el móvil o la tablet; úsala solo para dormir.
Así acostumbrarás a tu cuerpo a relajarse al acostarte y evitarás el insomnio.
Recuerda: tu día de mañana empieza la noche anterior. Y si no descansas bien, no tendrás la energía suficiente para enfrentarlo.
No juegues videojuegos en tu despacho. Usa tu zona de trabajo exclusivamente para trabajar y adopta siempre la misma postura para concentrarte.
Esto educará a tu cuerpo a enfocarse en las tareas.
Tampoco comas en tu escritorio; hazlo en otra área de la casa.
Esto permitirá que tu cuerpo vea la comida como un premio, disfrutándola mientras encuentras un pequeño oasis de paz en mitad del día.
Nota: Si no dispones de un sitio específico para trabajar, puedes condicionarte para que cualquier sitio sea un lugar específico mediante rituales.
Por ejemplo, imagina que tienes que estudiar en un apartamento monoambiente; no es un lugar específico para estudiar, lo haces todo en la misma vivienda.
¿Qué hacer? Compra una lámpara de escritorio y ponle una etiqueta que diga "USAR SOLO PARA ESTUDIAR/TRABAJAR". Y úsala únicamente cuando te pongas a estudiar o trabajar.
De esta forma, tu cerebro, mediante repetición, entenderá que la función específica de ese apartamento monoambiente, cuando enciendes la lámpara, es la de estudiar o trabajar; en otro caso, estaría apagada. De nada :-)
Tip 2: Un espacio, una función. Además, así evitas la multitarea, que solo dispersa tu energía.
3. Evita los conflictos
"Tú tienes el poder sobre tu mente, no sobre los eventos externos. Date cuenta de esto y encontrarás fuerza." —Marco Aurelio.
Todo lo que hacemos durante el día consume energía, sobre todo las cosas negativas. Evítalas y aumentarás exponencialmente tu energía.
Empieza por discutir menos y por no buscar conflictos.
Mira, para discutir hacen falta al menos dos personas.
Evita ser una de ellas: aléjate siempre que puedas y, sobre todo, no inicies discusiones.
Y es que, según estudios como el famoso Intensity and Duration of Negative Emotions: Comparing the Role of Appraisals and Regulation Strategies (2014), el malestar emocional después de una discusión puede durar de media entre dos y cuatro horas.
Además, según dicho estudio, una vez que te has enfadado, si tratas de usar trucos para suprimir tus emociones, como ignorar el enfado, el malestar puede prolongarse más tiempo, ya que hacer eso intensifica el malestar a largo plazo.
Nota: Si ya has discutido, prueba a reinterpretar lo ocurrido de una manera empática y positiva. Al hacerlo, reducirás el malestar (funciona, créeme).
Mi experiencia me ha enseñado que un enfado puede quedarse en tu mente todo el día, agotándote mientras farfullas, maldices y te pierdes en pensamientos en bucle sobre lo que te hizo enojar.
Además, si ofendes a alguien, es probable que, aunque tú superes el cabreo, esa persona lo traiga de vuelta más tarde, resentida, y comience una nueva discusión.
Tip 3: La forma más rápida de arruinar tu día y quedarte sin energía es discutir innecesariamente. Evítalo a toda costa.
Un abrazo virtual.
Ejercicio práctico: Transforma tu entorno, recarga tu energía
Este ejercicio está diseñado para que apliques los principios del capítulo y sientas un aumento inmediato en tu energía personal, usando el orden y la disciplina estoica como herramientas. Sigue estos pasos durante los próximos 7 días:
Haz tu cama cada mañana: Dedica los primeros 5 minutos del día a hacer tu cama con cuidado, como un ritual. Mientras lo haces, repite mentalmente la frase de Marco Aurelio: "Haz lo que está frente a ti con precisión y cuidado, y deja el resto al destino." Observa cómo este pequeño acto te da una sensación de control y propósito para empezar el día.
Asigna un propósito a tus espacios: Elige tres áreas de tu casa (por ejemplo, la cama, tu escritorio y la cocina) y comprométete a usarlas solo para su función específica. Durante una semana, usa la cama solo para dormir, el escritorio solo para trabajar o estudiar, y la cocina solo para comer o cocinar. Si no tienes un espacio dedicado, aplica el truco de la lámpara de Marty Lobdell: etiqueta un objeto (como una lámpara o una silla) para que sea tu "lugar de trabajo" exclusivo.
Evita un conflicto al día: Durante los próximos 7 días, identifica al menos una situación diaria en la que podrías discutir o entrar en un conflicto (por ejemplo, un comentario que te molesta en el trabajo o en casa). En lugar de reaccionar, aléjate o responde con calma, recordando la frase de Marco Aurelio: "Tú tienes el poder sobre tu mente, no sobre los eventos externos." Al final del día, escribe en un cuaderno cómo te sentiste al evitar ese conflicto y cómo afectó tu energía.
Reflexión final: Después de los 7 días, escribe una breve reflexión sobre cómo estos cambios han impactado tu energía y tu serenidad. ¿Notaste una diferencia al ordenar tu entorno? ¿Cómo te sentiste al evitar conflictos? ¿Qué aprendiste sobre ti mismo aplicando estos principios estoicos?
¡Únete a Malafama News: Tu Dosis Diaria de Sabiduría Estoica Te Espera!
¿Te inspiró este enfoque estoico para recargar tu energía? Imagina recibir lecciones transformadoras como esta todos los días. Al suscribirte a Malafama News, tendrás:
Artículos diarios con sabiduría práctica para ordenar tu vida, aumentar tu energía y vivir con serenidad.
Cursos semanales para profundizar en tu camino, como nuestro Curso de Estoicismo Práctico, que te guía paso a paso hacia una vida más disciplinada y plena.
Meditaciones exclusivas para organizar tu mente, enfocarte y encontrar paz en solo minutos.
No dejes que el caos y los conflictos drenen tu energía un día más. ¡Suscríbete a Malafama News ahora y empieza a transformar tu vida con herramientas estoicas directamente en tu correo! Haz clic en el botón azul para unirte y reclama tu dosis diaria de vitalidad.
Tu energía está al alcance. ¿La tomarás?
Un abrazo virtual,
—Malafama1981
Share this post