Introducción
En el primer capítulo de Filosofía para la Vida Moderna, exploramos el método PEACE, una herramienta poderosa para identificar problemas, procesar emociones, analizar soluciones, contemplar la vida desde una nueva perspectiva y encontrar un equilibrio duradero.
Este método nos invita a ser honestos con nosotros mismos y a enfrentar lo que nos pesa, paso a paso, con valentía.
Pero, ¿qué nos permite dar esos pasos, incluso cuando el miedo y la vergüenza nos paralizan?
La respuesta es el coraje, el motor que nos impulsa a actuar y a vivir de manera auténtica.
En este segundo capítulo, profundizaremos en qué es el coraje, por qué nos cuesta tanto tenerlo y cómo podemos entrenarlo para transformar nuestra vida, conectando directamente con las etapas de PEACE, especialmente con la valentía necesaria para aceptar problemas y procesar emociones.
Prepárate para un viaje filosófico que te desafiará a ser tú mismo y a reclamar tu libertad interior. ¡Empecemos!
Los ganadores ganan, los perdedores pierden.
Pero… ¿por qué?
Lo descubrí jugando al póker.
Hace mucho, mucho tiempo, en la prehistoria de mi vida, fui jugador profesional de póker (tema para otro día).
Y como no quería acabar arruinado viviendo bajo un puente, sino poder pagar el alquiler, empecé a investigar a los ganadores de torneos.
Descubrí algo curioso: para llegar al puesto 1 en un torneo influía la suerte, pero para entrar en cobros (por ejemplo, los 30 primeros puestos de 500 participantes) no tanto, pues el 80 % de las veces estaban los mismos jugadores.
Era obvio que tenían un sistema.
Un sistema que no es nada sin esta palabra: coraje.
Todo jugador profesional sabe lo que tiene que hacer y cuándo tiene que hacerlo, pero debe estar dispuesto a arriesgar todas sus fichas si llega el caso, sin que le tiemble el pulso, aunque por dentro se muera de miedo.
Eso es lo que diferencia a un jugador ganador de un jugador perdedor: el ganador, además de saber de probabilidad y psicología, hace lo que tiene que hacer cuando tiene que hacerlo.
Y esto es perfectamente aplicable a la vida.
Porque si hiciéramos lo que tenemos que hacer cuando tenemos que hacerlo, nuestra vida sería infinitamente mejor:
Pediriamos un aumento.
Emprenderiamos nuestro side hustle.
Escribiriamos ese artículo demasiado personal que nos intimida.
Pondriamos límites a nuestros amigos.
Invitariamos a salir a esa persona que ves cada mañana en el tren camino al trabajo.
[Inserta aquí aquello que desearías hacer si tuvieras el coraje suficiente para hacerlo].
Así que hoy te hablaré del coraje y de cómo entrenarlo.
Porque como dijo Séneca: «No es porque las cosas sean difíciles que no nos atrevemos; es porque no nos atrevemos que son difíciles».
¡Boom!
¿Qué es el coraje?
La raíz de la palabra «coraje» viene del latín cor, que significa corazón.
Así que podríamos decir que el coraje es enfrentar las circunstancias con corazón, al estilo Braveheart :-).
O, siendo un poco menos poético y más práctico, la capacidad de actuar pese al miedo y la vergüenza.
No en su ausencia, sino en su presencia.
No es coraje si no enfrentas esas fuerzas negativas con tus acciones.
En palabras de Aristóteles, «El coraje no es la ausencia de miedo, sino el juicio de que algo es más importante que el miedo».
¿Por qué nos cuesta tanto tener coraje?
Spoiler: hemos sido programados.
Buscamos validación social porque creemos que solo los demás pueden validarnos y que ellos saben qué es lo mejor para nosotros y, en consecuencia, qué nos hará felices.
Craso error, porque acabas haciendo lo que todo el mundo hace, sin darte cuenta de que cada individuo es único e irrepetible y, por lo tanto, no puede haber recetas genéricas.
En otras palabras, lo que te hace feliz a ti no tiene por qué hacerme feliz a mí, y viceversa.
Pero confiamos en la sabiduría de la tribu y aceptamos sus imposiciones sin rechistar.
Poco a poco, acabamos en cárceles que, aun siendo de oro, no dejan de ser cárceles.
O como escribió Henry David Thoreau: «La mayoría de los seres humanos viven en una tranquila desesperación y van a la tumba con su canto aún dentro de ellos».
(Y yo quiero que cantes, que no acabes en el cementerio lleno de sueños y angustias).
El problema de vivir una vida que no es tuya
Cuando otorgamos nuestra capacidad de decisión a los demás, les damos un poder absoluto sobre nuestra vida.
Poderes de ruina, porque al final te la arruinan :-)
Dejamos que nos moldeen porque tenemos miedo de perderlos si no nos comportamos como ellos creen que deberíamos hacerlo.
¿Te suena?
Tenemos que cumplir sus expectativas, incluso cuando ellos no cumplen las nuestras.
No es un trato justo, pero nos decimos: «Es lo que hay».
Y al aceptarlo, vamos perdiendo la dignidad y la autoestima.
Y nos convertimos en humo, porque como dijo, Ralph Waldo Emerson: «El ser humano que no es él mismo no es nada».
Al perder la autoestima, necesitas validación
Que es la estima que los demás nos otorgan.
Al perder el locus de control interno sobre nuestras circunstancias, todo pasa a un locus de control externo, necesariamente.
Es decir, como no nos apreciamos a nosotros mismos (autoestima), necesitamos que otros nos estimen.
Por eso acabamos cediendo en todo como ya hemos visto.
Y en vez de personas, acabamos siendo mascotas o siervos de nuestros jefes, parejas, hijos, amigos o compañeros de trabajo, porque ellos son quienes pueden abrir el grifo de la estima de la que nosotros carecemos.
Esa felicidad artificial y efímera se convierte en un premio tóxico por una conducta malsana que te lleva directamente a una vida llena de sometimiento.
Ya lo dijo Jean-Jacques Rousseau: «El ser humano que vive para complacer a otros no vive para sí mismo».
Solución: el coraje
Para recuperar la autoestima, necesitas atreverte, a eso te da miedo porque crees que perderás: el favor de los demás.
Ese «atreverte» es el coraje.
Pero no es fácil tenerlo.
Por eso quiero compartirte lo siguiente,
“Hasta que no somos capaces de ser nosotros mismos, no podemos empezar a amarnos, porque no nos conocemos. Al estar todo el día tratando de agradar a los demás, nos rechazamos constantemente, y eso nos disocia. Vivir disociados entre lo que somos y lo que queremos aparentar ser para ser aceptados es lo que nos mantiene rotos, dolidos, ardiendo.”
Haz caso a Friedrich Nietzsche: «Conviértete en lo que eres».
No atreverte a vivir tu vida es una locura
No tiene sentido.
Dejamos de ser nosotros para ser como los demás quieren, para que no nos abandonen, desprecien o rechacen, pero es justo eso lo que nos hacemos a nosotros mismos: nos rechazamos, nos despreciamos, nos abandonamos, nos ofendemos por no molestar, importunar u ofender a los demás. Léelo de nuevo.
¡Boom!
Y aunque agrademos a los demás, jamás conseguimos sentirnos bien, porque nos hacemos a nosotros mismos lo que con tanto ahínco tratamos de evitar que nos hagan otros.
En consecuencia, nuestras necesidades, ambiciones, dones, aspiraciones, deseos y sueños son sacrificados en la hoguera. Y a cambio nos conformamos con las migajas de atención que otros nos dan.
Repite conmigo
«Está bien ser yo mismo. Está bien no gustar a todo el mundo. “No gustar” es una herramienta que nos ayuda a que las personas que no resuenan con nosotros se alejen rápido y dejen espacio para las personas con las que sí congeniaremos y seremos felices».
Y no olvides el principal beneficio del coraje: el incremento de la confianza en ti mismo y, en consecuencia, de la autoestima. Al tenerla alta, es mucho más fácil ser feliz.
Guarda en tu corazón (Cor :-) esta formula
Coraje = + autoestima = + autorespeto = + independencia = + libertad = + autenticidad (ser tú mismo) = + realización personal = + felicidad.
Así que mi consejo no solicitado de hoy es…
Por una vez usa la validación a tu favor en vez de en tu contra.
Habla de lo que te asusta con alguien, preferiblemente con alguien que se sienta como tú.
Porque el primer paso para enfrentar el miedo es hablar de lo que te da miedo y verguenza.
Y es que, una vez que descubrimos que lo que pensamos y sentimos no solo nos pasa a nosotros, sino a millones de personas, nos sentimos validados, apoyados, menos solos, y encontramos esa chispa que nos permite empezar a adentrarnos en lo desconocido: salir de tu cárcel de oro para poder respirar.
Por eso escribo: mi principal oficio al escribir es decir lo que todos piensan, pero nadie se atreve a compartir, exponiéndome para que otros puedan decir: «Eso a mí también me pasa».
De esta manera, les doy permiso para soltar sus propias angustias. Y al expresarlas con otras personas que se sienten igual, el miedo y la vergüenza pierden poder sobre nosotros. Y la cárcel invisible, por fin, se abre.
Porque como sostenía Albert Camus: «Solo siendo auténtico puedes encontrar el camino hacia la verdadera felicidad».
Ejercicio propuesto para la semana
Ejercicio: Construye tu coraje en pequeños pasos
Esta semana, te invito a practicar el coraje de manera práctica y gradual, inspirándote en las ideas de este capítulo y conectando con las etapas iniciales del método PEACE (Problemas y Emociones). Sigue estos pasos:
Identifica una acción que te dé miedo: Reflexiona y escribe en una hoja o en tu diario una acción específica que quieras realizar, pero que evites por miedo o vergüenza. Puede ser algo pequeño (como expresar una opinión en una reunión) o más grande (como iniciar una conversación difícil). Pregúntate: ¿Qué me frena? Escribe una breve descripción de la acción y el miedo asociado.
Ejemplo: «Quiero pedir un aumento en el trabajo, pero me da miedo que mi jefe piense que no lo merezco o que me rechace».Explora el miedo y la vergüenza: Dedica un momento tranquilo a conectar con las emociones que esta acción te genera. Pregúntate: ¿Qué siento al pensar en hacer esto? ¿Miedo al rechazo, vergüenza por exponerme, ansiedad por el resultado? Escribe libremente lo que sientes, sin juzgarte. Si te ayuda, describe cómo reacciona tu cuerpo (palpitaciones, tensión, etc.).
Ejemplo: «Siento un nudo en el estómago y ansiedad porque temo que me digan que no valgo lo suficiente. También siento vergüenza por pedir algo para mí».Da un pequeño paso hacia la acción: Elige una acción mínima que te acerque a tu objetivo, algo que puedas hacer esta semana sin sentirte abrumado. No se trata de completar la acción final, sino de avanzar. Por ejemplo, si quieres pedir un aumento, tu pequeño paso podría ser preparar una lista de tus logros laborales o practicar la conversación con un amigo. Escribe qué harás y cuándo lo harás.
Ejemplo: «Esta semana, escribiré una lista de mis contribuciones en el trabajo y practicaré cómo pedir el aumento con mi mejor amigo el viernes por la tarde».Comparte tu experiencia: Habla de tu miedo o de tu pequeño paso con alguien de confianza (un amigo, familiar o incluso en los comentarios del curso). Explicar lo que sientes reduce el poder del miedo, como vimos en el capítulo. Si no te sientes cómodo compartiendo, escribe una reflexión personal sobre cómo te sentiste al dar ese paso.
Ejemplo: «Le conté a mi amigo que estoy nervioso por pedir un aumento, y me dijo que él también pasó por eso. Me sentí menos solo y más motivado».Reflexión diaria: Reserva 5 minutos cada día para releer lo que escribiste y anotar cómo te sientes respecto a tu acción. ¿El miedo ha disminuido? ¿Te sientes más seguro? No busques ser perfecto, solo observa tu progreso.
Objetivo: Este ejercicio te ayudará a entrenar el coraje actuando pese al miedo, en pequeños pasos, y a reconectar con tu autenticidad. Al final de la semana, habrás dado un paso concreto hacia una vida más valiente y habrás practicado la honestidad emocional del método PEACE. Si quieres, comparte tus avances por email o en los comentarios, ¡me encantará saber cómo te fue!
P.D.: No dejes que este viaje termine aquí. Únete a la comunidad de Malafama News y lleva tu transformación al siguiente nivel. Suscríbete ahora para recibir un artículo diario lleno de inspiración filosófica, acceso exclusivo a todos los capítulos de este curso y meditaciones guiadas que te ayudarán a cultivar paz y claridad. ¡Haz clic EN EL FAMOSO BOTÓN AZUL para suscribirte y seguir creciendo con herramientas prácticas para vivir con propósito! Nos vemos en el próximo capítulo, donde seguiremos explorando cómo la filosofía puede iluminar tu camino.
Share this post